Nicaragua está situado en Centroamérica. Limita con Honduras y El Salvador al norte y con Costa Rica al sur. Está bañado tanto por el mar Caribe como por el Océano Pacífico. Es un país imponente en naturaleza, desde playas preciosas a húmedos cafetales e imponentes volcanes.

En Nicaragua existe un alto índice de pobreza extrema y un sistema educativo de baja calidad. Gran parte de la población de Nicaragua reside en comunidades rurales con falta de recursos y el disponer de servicios básicos es complicado.

En Abril de 2018 el pueblo nicaragüense se alzó cívica y pacíficamente en contra de las políticas abusivas del Gobierno y desde entonces vive bajo la represión y la vulneración de derechos humanos continuada de la familia Ortega-Murillo que está en la presidencia.

Esta actual situación deja más desamparada a la infancia nicaraguense que nunca ha logrado cumplir con los estándares fijados por la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

Los principales problemas que afectan a la infancia de NIcaragua son la pobreza, casi el 50% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, lo que provoca que las familias tengan que trabajar casi todas las horas del día y los niños y niñas estén desatendidos y acaben viviendo en la calle. El derecho a la salud, ya que el índice de mortalidad infantil en niños y niñas menores de 5 años es del 24% por falta de infraestructuras y personal cualificado, además del alto número de embarazos adolescentes. El trabajo infantil, sobre el 15% de los niños y las niñas son obligadas a trabajar para ayudar en la precaria economía familiar. La violencia física, y sexual muchas veces a manos de sus familias. El derecho a la educación, unos 500.000 menores no asisten a la escuela y el índice de abandono de los estudios es muy alto, las estructuras y programas académicos están desfasados y la inversión en mejorar la calidad educativa es muy baja.