Hicimos video llamadas, miles de mensajes texto y audio. Probamos webs, hicimos crowfunding y recogida de fondos entre familiares, amigos y amigas. Le dimos bombo y platillo en Facebook, Instagram y YouTube. Buscamos colaboraciones en Institutos, ayuntamientos, periódicos, instituciones, librerías, ONGs y comercios. Movimos contactos, mares y montañas en busca de asociaciones que trabajaran con infancia en situación vulnerable en los lugares elegidos: Nicaragua, Colombia, Ecuador y Perú. Hicimos TODO. Menos planear la posibilidad de no acabar nuestro proyecto.

Ahora hace un año del comienzo, del comienzo en terreno, ahí donde comenzó nuestro sueño. De poner rostro, paisaje, sensaciones y palabras a lo que habíamos planeado con detalle y entusiasmo. Nuestra primera parada, como no, Nicaragua. Tierra en la que ya nos sabíamos arropadas, queridas y bien acogidas. Nuestras colaboradoras Zankistas Fuego y Son, Desdeadentro y Los Quinchos, además eran amigas, viejas conocidas con las que habíamos ya compartido momentos de cuento, de taller y de risas y bailoteos. Niños y niñas que con los que ya habíamos compartido sonrisas, canciones, carreras y revolcones por el suelo. Hacerlo una vez más fue como saborear un pedacito de chocolate del que más te gusta.

En Colombia, una tierra por descubrir y con muchas expectativas (las personas que han estado dicen que es el lugar más maravilloso de América) nos sentimos igualmente acogidas y bien tratadas por personas que nunca habíamos visto. Ahí en el desierto de la Guajira sin más compañía que unas cabras, una hamaca y una familia que sentimos como nuestra, frente a una escuela a la que llegaban niños y niñas que aparecían de la nada, era como estar en el fin del mundo, o quizá en el comienzo. Sencillo, árido y con unos de los amaneceres más bonitos que hemos visto.

Ecuador fue un antes y un después. La Federación de mujeres de Sucumbíos es la organización en defensa de los derechos de las mujeres y la tierra y en alza por la desaparición del patriarcado más luchadora que hemos conocido. Amparo y el resto del equipo son mujeres con mayúsculas, su proyecto de vida es la lucha desde que se levantan hasta la noche, estoy segura, que hasta en sus sueños. Sus proyectos de casa de acogida para mujeres con sus hijos e hijas que han sufrido violencia machista y su Puerta Violeta son un símbolo en Lago Agrio y una luz de esperanza para las mujeres de Sucumbíos. Nunca les van a fallar. Sea la hora que sea. Sea el día que sea.

El despedirnos del proyecto fue tan repentino que no me dio tiempo ni de tomar aire, de hecho, siento que aún sigo aguantando la respiración. Cuando antes pensaba que no hubo un Yo anterior a Nicaragua en 2016, ahora siento que todo fue un sueño lleno de momentos indescriptibles por maravillosos, por intensos, por contundentes, por desafiantes, por inimaginables, por duros, por satisfactorios, por placenteros, por inolvidables. Se me remueve lo visible y lo invisible al poner por escrito lo que ViajanDos Con Calma ha sido para nosotras este año. Mirar hacia atrás y pensar que ciertamente 2020 fue nuestro año y parece que han pasado diez.

Lo que sí me da fuerza es mirar las increíbles fotos y videos de Valentina y pensar: Sí, fue real y nada ni nadie lo podrá borrar. Y por supuesto el volver y reinventar el proyecto desde aquí y transformarlo en Cuentos Con Calma fue, sin saberlo, otro sueño hecho realidad: dar vida a mi colección de cuentos del mundo, de historias en las que inspirarnos y aprender. Seguir teniendo un proyecto común con Valentina en el que seguimos poniendo en el centro a la infancia, los buenos tratos y el respeto por estas personas que lo único que tienen de pequeños y pequeñas es la altura, porque son grandes, grandes de corazón, de miras, de iniciativa y de sueños.

Así que en definitiva, GRACIAS con mayúscula a este año de ViajanDos Con Calma, por haber sido la transformación de una conversación cualquiera con un café a un proyecto real lleno de palabras, imágenes, canciones, olores, sabores, personas, colores, caricias, sensaciones y emociones. Eso siempre estará con nosotras, traerlo al presente, cuando sea, dónde sea, simplemente cerrando los ojos.